La Navidad está en la vuelta de la esquina, y las reuniones familiares están a la orden del día. Sin embargo, estas reuniones no siempre son sinónimo de alegría, buena convivencia y tiempo placentero. Esto se debe a que muchas familias padecen una auténtica guerra. ¿Te sientes incomod@ porque no sabes cómo gestionar las malas relaciones con la familia de tu pareja?
No eres el único, los conflictos con las familias políticas de nuestra cónyuge son más comunes de lo que debería y pueden llegar a convertirse en una auténtica bomba de tiempo. No obstante, no todo está perdido. Está situación puede mejorar o al menos disminuir el estado de tensión. ¿Cómo? A continuación, te daré algunos consejos útiles.
Empieza contigo mismo
Las relaciones con nuestras familias, bien sea sanguínea o política, pueden llegar a compararse a un barco en un océano. Cuando hay buena convivencia entre ambas partes, nos llevan a destinos agradables a través de un viaje plácido y edificante. Pero cuando no es así, son una tormenta que puede llegar a hundir nuestro barco.
¿Qué hacer? Al igual que un marinero no puede controlar las acciones del océano, tu tampoco puedes hacerlo con la familia de tu cónyuge. Pero, si puedes actuar para evitar que la tormenta hunda el barco y aguantar a que esta se apacigüe y lleguen tiempos mejores.
Por esta razón, el primer paso a dar empieza contigo mismo. No es fácil aguantar palabras o acciones que te hagan sentir que no mereces a la persona que tanto amas o simplemente te hieran. Pero en vez de echar leña al fuego que tal ¿pagar mal con bien?
Hay un dicho que dice que debemos de tratar como queremos que nos traten. Por eso, mantén una actitud educada, busca formas de expresar interés sincero y amor. Si no te comprometes a solucionar las malas relaciones con la familia de tu pareja, ten por seguro que nada mejorará.
De igual manera, la empatía es una cualidad que te será muy útil en estas circunstancias. Las malas actitudes pueden deberse a ciertas situaciones difíciles que las personas han sufrido (esto no excusa su mal comportamiento), pero te ayudará a mantener las cosas en perspectiva. Además, no te centres solo en las cosas malas, busca detalles positivos y prepárate con anticipación. Así sabrás como reaccionar a ciertas situaciones que te incomodan o molestan.
Habla con tu pareja para solucionar las malas relaciones
Una de las acciones que más duele es cuando la pareja desautoriza nuestras opiniones y se ponen de parte de sus padres. Esto no debe de suceder, los cónyuges deben de mantenerse unidos, y en caso de tener discrepancias, consultarlas en privado.
Por eso, si tienes una mala relación con la familia de tu pareja, habla con él o ella. La buena comunicación evitará que sucedan esta clase de situaciones. Dile cómo te sientes al respecto y lo que esperas de él. Asegurarte de que tú y tu pareja estén en la misma página, les ayudará a abordar los problemas como un frente unido.
Establece límites con la familia de tu pareja
No es fácil navegar por dinámicas familiares desafiantes. En muchos casos sucede que estos problemas de familia se deben a padres intrusivos, familiares que no tienen filtro o que son hipercríticos. En todos estos casos, lo mejor es poner claros límites para que la situación no llegue a disputas acaloradas y sentimientos de dolor.
En lugar de establecer y hacer cumplir las reglas, hable con su pareja de lo que toleran y lo que no pueden tolerar. En qué aspectos las opiniones de los padres deben de ser tomadas en cuenta (crianza de los hijos, manteamiento del hogar, etc.), dejando claro que estas opiniones son escuchadas más no una orden a seguir.
Si en particular las bromas mordaces no son lo tuyo, dile a la familia y a tu cónyuge hasta qué grado las bromas no hieren tus sentimientos. La confianza entre familias es importante, pero no debe de sacrificar el amor y respeto mutuo.
Esto también aplica cuando vayas a comunicar lo que te molesta o lo que no. Palabras como locos, desesperantes, ridículos o similares, no son palabras apropiadas para expresarnos.
Recuerda que uno siempre debe de ser agradable pero firme en las cosas que nos molestan. Por lo que volverse irrespetuoso e intolerante, te volverán el problema, en vez de resolver el problema. Además, al final del día, ellos siguen siendo sus padres y familiares queridos y debemos ser respetuosos.
Trabajen para construir una buena relación
Otra de las causas que generan este tipo de problemas familiares, es que la familia siente que no pasan tanto tiempo juntos o que definitivamente no tienen nada en común. ¿No sabes de qué hablar con tus suegros? Si, suele suceder.
Pero no siempre las personas deben de tener nuestros mismos intereses para desarrollar una buena relación. Por esta razón, en vez de evitar reunirse con ellos, planeen juntos actividades en los que todos puedan participar y desarrollar sus lazos como familia. Te aseguro que es una buena herramienta para empezar a gestionar la mala relación con la familia de tu pareja
Ir a los bolos o un partido de futbol, preparar una comida especial o disfrutar de una obra de teatro. No pongas límites a las actividades, solo piensa en una que les agrade a todos y puedan disfrutar de un buen momento en familia.
Conclusión gestionar las malas relaciones con tu familia política
Las familias difíciles pueden llegar a ser un gran problema en la relación. Y no nos vamos a engañar, puede que no ames a algunos de los familiares de tu pareja. Pero debes de respetar y honrar la relación que ellos tenían antes de que tú ingresaras a su vida.
Esto puede significar soportar un poco de incomodidad y confusión de vez en cuando. Pero sin aprobar el abuso. Recuerda, se cazan más moscas con miel que con vinagre, por lo que, si empiezas a mostrar buena actitud y seguir los consejos ya mencionados, serán esa ancla que impedirá que el barco se hunda en la tormenta.
Por último, si la situación es bastante complicada, es recomendable buscar ayuda profesional. La terapia individual o en pareja puede ser el camino para llegar a una buena comunicación familiar y resolver los conflictos.
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