¿Te has imaginado lo que sienten los escaladores cuando van trepando por las escarpadas cornisas de alguna montaña? Además de una clara excitación y disfrute, las personas que realizan este tipo de actividades deportivas, llegan a experimentar emociones extremas producto de un ingrediente especial.
Este ingrediente es conocido como adrenalina o epinefrina, el cual es una hormona que genera nuestro organismo como respuesta al estrés. Ahora bien, no hace falta estar colgado en la cornisa de una montaña, para que tu organismo libere adrenalina producto del estrés.
Basta con tener montañas de trabajo, ser víctima del tráfico en la hora pico o escuchar un teléfono sonando sin parar, para estresarte. Estas son claras situaciones que generan un estrés a diario y es normal sentirlo. Pero, ¿hasta qué grado es normal tener estrés?, ¿Cuándo el estrés es peligroso? A continuación, te hablaré del tema.
¿Qué ocurre cuando nos estresamos?
Cuando tu cuerpo siente estrés, libera adrenalina en tu sistema circulatorio. Como resultado de esto, aumenta la energía enviada a tus músculos, tu capacidad de reacción y nivel de concentración. Dicho en otras palabras, tu cuerpo entra en un estado de alerta generado por la excitación del sistema nervioso central.
En el caso de los escaladores de montaña, su cuerpo comienza a sudar para enfriar los músculos y sus pupilas se dilatan en busca de absorber más información del entorno. Sin contar que genera un incremento en el intercambio respiratorio, disponiendo así de más oxígeno, y, más oxígeno en los músculos, es igual a mejor rendimiento.
Esta mejora, producto del estrés que sentimos, también ocurre cuando te estresas debido a un examen, un proyecto importante en el trabajo, alguna entrevista, etc. Este tipo de estrés es sano y beneficioso. Sin embargo, hay un límite que separa lo saludable de lo peligroso.
El peligro de un estado de estrés constante
El estrés es una reacción natural de tu cuerpo al verse expuesto a una amenaza externa o desafío. Este estado de alerta, como hemos visto, es beneficioso en ciertos ámbitos. No obstante, que tu organismo permanezca por largo tiempo y de forma constante en alerta, deteriora tu estado físico y mental.
¿Cuándo sucede esto? Cuando tu cuerpo está en estado de alerta, incluso sin tener un peligro o desafío real. Como respuesta de este estrés excesivo, puedes llegar a presentar trastornos psicológicos o alteraciones fisiológicas como la caída del cabello, dolor de cabeza, diabetes, obesidad, problemas menstruales, eccemas, insomnio, entre otros.
Cómo afecta el estrés al corazón
Uno de los órganos que se ve más afectado producto del estrés continuo es tu corazón. Esto se debe a que cuando la adrenalina es liberada en tu torrente sanguíneo invariablemente es guiada hasta tu corazón. Cuando este se percata del aumento de los niveles de adrenalina, comienza a bombear más rápido y por eso se intensifica tu ritmo y latidos del corazón.
El aumento de tu presión arterial de forma prolongada tiene consecuencias negativas en este órgano tan vital como, por ejemplo, sufrir de hipertensión (el aumento de la presión arterial produce rigidez y estrechamiento en las arterias, lo que hace a la persona propensa a sufrir de un infarto).
De igual manera, cuando tu cuerpo está muy estresado, puede impulsarte a adoptar hábitos perjudiciales como es el caso de fumar o beber en exceso e ingerir alimentos cargados de grasa, azúcar y sal. La ingesta de estos lípidos no es procesada por el organismo, sino que acaban acumulándose en este, específicamente en las arterias coronarias, esto incrementa el riesgo de sufrir obstrucciones arteriales que terminan en el padecimiento de varias afecciones cardiacas.
El estrés afecta tu salud mental
El estrés en exceso puede llegar a causar gran angustia y discapacidad, a los que se preocupan de forma crónica. También, puede llegar a hacerte sentir incómodo o estar excesivamente preocupado por una situación o problema. Esta preocupación excesiva hace que solo te centres en lo que puede pasar.
Y a su vez, terminas haciéndote propenso a desarrollar trastornos como la ansiedad generalizada, ataques de ansiedad, depresión, ansiedad social y otros trastornos psicológicos. El padecimiento de este tipo de enfermedades de la mente, pueden hacer que tu o cualquier otra persona, se preocupen en demasía y esto a su vez termine afectando su vida laboral, relaciones, y en general todo ámbito de la vida.
Señales de exceso de estrés
Cuando tu cuerpo está expuesto a un exceso de estrés, puedes llegar a presentar varios síntomas físicos y emocionales (varían según cada persona). Algunos de estos síntomas generales son:
· Falta de energía o concentración
· Cansancio
· Problemas para dormir o dormir en exceso
· Diarrea o estreñimiento
· Problemas de memoria
· Pérdida o aumento de peso
· Dolores musculares
· Problemas sexuales
Consejos para controlar el estrés
El estrés puede llegar a controlarse, y esto es fundamental para garantizar tu salud general. Hay algunas prácticas que contribuyen a reducir el estrés y a poder controlarlo. Entre estas prácticas tenemos:
Ejercicio físico
La actividad física es una actividad natural para liberarse del estrés. Esta permite la liberación de toxinas y aumenta la producción de endorfinas. También, contribuye a evitar algunos factores de riesgo vasculares, como es el caso de la obesidad, el colesterol alto o la hipertensión arterial.
Buenos hábitos de sueño
El estrés puede deberse también al mal descanso o insomnio. Por eso, es importante que le des a tu organismo el descanso que necesita para recuperarse del trajín diario de la vida. Lo recomendable es dormir mínimo 8 horas para que tu organismo se recupere.
Dieta balanceada
Hay una frase por ahí que dice que somos lo que comemos. Bueno, no está lejos de la realidad, lo que ingieres diariamente se ve reflejado en tu organismo, por eso, si quieres llevar un estilo de vida más saludable y reducir tu estrés, deberás de llevar una dieta más equilibrada.
Acudir a terapia
Tener que ir con un psicoterapeuta no significa un mal para ti, sino un paso a la mejora de tu calidad de vida. En esta podrás aprender técnicas de relajación, respiración y tratar la raíz de tu problema de estrés.
Por eso, aprovecho para invitarte a contactarme, te asesoraré para que llegues a resolver tus problemas desencadenantes de preocupación excesiva y logres tener una vida donde el estrés no merme tu calidad de vida.
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