Esta es una pregunta que vale la pena responder. Aunque es común que las personas sintamos ansiedad por diferentes hechos o circunstancias, sentir preocupación constante por ninguna razón en concreto puede ser el símbolo de que nuestra salud mental no se encuentre en el mejor de sus estados.
Si te sientes así, no te desanimes, te diré que es algo más frecuente de lo que podemos pensar, y que podemos solucionarlo. Según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se estima que 1 de cada 13 personas a nivel mundial padece ansiedad. Lo que significa que no eres el único, en realidad padecerlo se puede clasificar como un hecho común en nuestra sociedad. En donde las mujeres tienen el doble de probabilidad de sufrirla que los hombres y los países desarrollados poseen las tasas más altas de afectados.
Ahora bien, aunque es una de las enfermedades más comunes de sufrir, en ocasiones puede confundirse con otras, como es el caso de la depresión. Por esta razón, si crees que puedes llegar a estar padeciendo de ansiedad generalizada, te invitamos a informarte sobre la misma o consultar con un profesional en el área de la salud mental. A continuación, te hablaré sobre el tema en detalle.
Trastorno de ansiedad generalizada (TAG)
El trastorno de ansiedad generalizada puede llegar a desarrollarse en niños, jóvenes, adultos y adultos mayores. Tiene síntomas similares a otras enfermedades relacionadas con la salud mental, como la ansiedad social o el trastorno obsesivo compulsivo. No obstante, son afecciones diferentes.
Al investigar sobre el trastorno de ansiedad generalizada, podrás percatar que su característica más notoria es una preocupación persistente y excesiva por diversidad de razones aparentes. Esta no debe de confundirse con la ansiedad adaptativa, la cual presenta claras diferencias.
Algunas de estas diferencias, es que la ansiedad adaptativa es ocasionada por preocupaciones razonables y aplazables, tiene un desencadenante identificable, se origina por un tema concreto y no presenta síntomas físicos ni afecta las áreas de funcionamiento psicosocial. Estos últimos si se ven reflejados en el trastorno de ansiedad generalizada.
Dentro de este mismo marco, a la persona que padece de TAG, se le dificulta controlar la preocupación a largo plazo, durante al menos seis meses. Además, presenta al menos tres o más síntomas.
La ansiedad generalizada es un trastorno que aparece gradualmente y la preocupación es tan severa e intrusiva que dificulta que la persona se concentre o realice sus actividades diarias. Pues se siente ansioso en la mayoría de los días e inclusive cuando logra resolver alguno de sus pensamientos ansiosos aparecerán otros sobre un tema diferente.
Síntomas del trastorno de ansiedad generalizada
La ansiedad generalizada puede ocasionar diferentes síntomas. En los niños y adolescentes pueden llegar a presentarse:
- Inquietud constante por su desempeño escolar o deportivo.
- Intranquilidad excesiva por catástrofes, guerras, terremotos o eventos similares.
- Preocupación por la seguridad de su familia.
- Dolor de estómago u otros problemas físicos.
- Baja autoestima y necesidad de llamar la atención.
Síntomas en la población adulta:
- Preocupación excesiva por las finanzas, desempeño laboral, la salud, seguridad u otros temas cotidianos.
- Dificultades para concentrarse.
- Sufren de insomnio o problemas para permanecer dormidos.
- Se sienten irritados.
- Se cansan con facilidad o están cansados de forma constante.
- Percibir situaciones y eventos como amenazantes, aunque no lo sean.
- Dificultades para manejar la incertidumbre.
- Sentirse inquieto, excitado o nervioso.
- Indecisión y pánico a tomar una decisión equivocada.
- Otros síntomas físicos como la sudoración, dolores de espalda, tensión muscular, fatiga y problemas para dormir.
¿Cuáles son las causas del trastorno de ansiedad generalizada?
A ciencia cierta se desconocen las causas exactas del padecimiento del TAG. Sin embargo, hay evidencia concreta sobre tres campos que influyen en el padecimiento de la misma. Estos son los factores biológicos, los antecedentes familiares y las experiencias estresantes u hechos traumáticos.
Factores biológicos
Algunos investigadores han destacado que ciertos problemas en las vías nerviosas que están conectadas con el área cerebral de los pensamientos y emociones, forman parte de una de las causas de la ansiedad.
Estas conexiones de células nerviosas funcionan por medio de sustancias químicas (neurotransmisores) que se encargan de enviar información a la célula nerviosa siguiente. Así que cuando estas vías, que conectan todas las áreas del cerebro, no funcionan correctamente, pueden generar problemas relacionados con el estado de ánimo o la ansiedad.
Antecedentes familiares
La genética también forma parte en este asunto, ya que algunas investigaciones sugieren que los antecedentes familiares son un factor que contribuye a aumentar las posibilidades de padecer ansiedad. Por lo que, el TAG puede transmitirse en familia. No obstante, hay que mencionar que hasta ahora no se han podido detectar genes de ansiedad. Pero las familias también la pueden transmitir según el entorno o estilo de vida que lleven.
Factores medioambientales
La exposición a eventos estresantes, trauma u otras circunstancias como abuso, muerte de un ser querido, divorcio u otra situación que generan mucho estrés, contribuyen al desarrollo de la ansiedad generalizada.
Cuando el estrés está fuera del control agrava la situación, ya que esa impotencia de no poder controlarlo frustra. De igual manera, en algunos casos la abstinencia a sustancias adictivas como el alcohol, las drogas, cafeína y similares, empeoran la ansiedad.
Conclusión
Existen varios métodos para determinar si se está sufriendo del trastorno de ansiedad generalizada. De igual manera, también existen varias formas para tratar y controlar la ansiedad generalizada.
Si crees que estás padeciendo esta enfermedad, pregúntate… ¿He estado continuamente preocupado o ansioso por eventos o actividades de mi vida diaria? Si es así, examina si presentas algunos de los otros síntomas que mencionamos en este artículo.
Además, te recomendamos acudir a un profesional de la salud. Invitándote a no darte por vencido, a no abandonar el tratamiento y a tomar un estilo de vida saludable que te ayude a combatir la ansiedad generalizada.
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