El cansancio y el dolor de cabeza pueden ser habituales luego de un largo día de trabajo. Sin embargo, cuando estos son persistentes o se presentan otros síntomas como la falta de sueño, dolor de espalda, vómitos, pérdida de cabello, o problemas digestivos, son una clara señal de que algo más le está sucediendo a tu organismo.
¿Te sientes familiarizado con esta clase de problemas físicos? ¿Quieres saber qué le está ocurriendo a tu cuerpo? Por lo general, las personas tienden a asociar este tipo de malestares con alguna causa física. No obstante, el verdadero detonante, puede ser el estrés al cual estás siendo sometido.
¿Cómo se relaciona el estrés con tus problemas físicos?
Cuando tu cuerpo le hace frente a cualquier amenaza que perciba, reacciona generando una serie de respuestas conductuales. Debido a que esta respuesta puede ser extrema o insuficiente, puede provocar una o varias patologías psicológicas o físicas; o lo que es lo mismo, puede manifestarse tanto en forma fisiológica como psicológica, al sentirse amenazado.
Esto es un hecho comprobado por varios estudios. Uno de ellos, fue el realizado por Selye en 1976, quien se dedicó a realizar varios experimentos de laboratorio en ratones y cuyos resultados, mostraron que los ratones presentaban ciertos síntomas físicos cuando los ratones estaban sujetos a estrés.
El estrés y la somatización
Cuando una persona sufre de estrés y debido a esto empieza a presentar problemas físicos, se le conoce como somatización. Este es un problema más común de lo que se piensa y la mayoría de las personas alguna vez lo han padecido. Cuando ocurre, pueden ser situacionales o temporales, pero si los malestares son prolongados y graves, se convierten en un problema clínico.
Ahora bien, en general, hay dos tipos principales de trastornos, que se suelen presentar en la somatización. Estos son, el trastorno de síntomas somáticos y los trastornos de conversión. El primero se manifiesta en síntomas corporales como:
- Dolor de abdomen
- Dolor de barriga
- Cansancio
- Dolor crónico
Y el segundo, es conocido como el trastorno de síntomas neurológicos funcionales. Este suele presentarse con:
- Debilidad o parálisis
- Pérdida de memoria
- Mareos o desmayos
- Hormigueo
¿Cómo ocurre la somatización?
Debido a que la somatización ocurre por medio de la conexión mente y cuerpo, hay varias formas en las que empieza a manifestarse. En niños puede ocurrir debido a las emociones y estrés que les genera las altas exigencias académicas, o en adultos, por altercados y la competitividad laboral.
Sin embargo, una enfermedad médica también puede causar ansiedad y angustia, que a su vez puede conducir a síntomas somáticos. Además, la somatización puede hacer que una condición médica sea más fuerte. Por ejemplo, si sufres de colitis ulcerosa (enfermedad inflamatoria intestinal), puede que cuando la angustia, preocupación y estrés afectan tu cuerpo, empeoren tus síntomas gastrointestinales.
Cabe señalar, que las causas de la somatización aún, no están claramente identificadas. Los trabajos de investigación señalan, que se necesitan realizar más análisis genéticos, neuroconductuales y psiconeuroinmunológicos, que permitan llegar a conclusiones más exactas. Pero se manejan algunas teorías de sus posibles causas, algunas de estas son:
- Sensibilidad biológica: Se produce cuando la persona posee mayor sensibilidad a ciertas sensaciones como dolor o náuseas, la persona puede atribuirlo a una enfermedad física, malinterpretando los síntomas psicológicos.
- Traumas: Son muchos los estudios que han señalado, que las personas que han padecido traumas, son más susceptibles a la somatización.
- Inconsciencia: Ocurre cuando una persona no es capaz de hacerle frente a su agobio emocional. La somatización podría ser como su mecanismo de defensa, ya que, al no poder enfrentarlos conscientemente, la angustia sale a través del cuerpo, convertida en problemas físicos.
Trastornos somatomorfos
Los trastornos somatomorfos, son una forma grave de somatización, donde los síntomas físicos generan una gran angustia, a menudo a largo plazo o con problemas serios. Pero, con el factor, de que no existe ninguna enfermedad física, que pueda llegar a explicar dichos síntomas por completo. Algunos de estos síntomas pueden ser:
- Trastornos de somatización
- Desorden dismórfico del cuerpo; esta afección implica que la persona pasa mucho tiempo preocupada por su apariencia.
- Desorden de conversión; en una condición en la que los síntomas de la persona sugieren que posee una enfermedad grave del cerebro o los nervios.
- Hipocondriasis; este es un trastorno en que las personas temen que los síntomas menores, se deban a una enfermedad grave.
Esta clase de trastornos somatomorfos, son síntomas a causa de factores mentales, aunque, no se pueden explicar de forma total por la depresión, abuso de sustancias y fármacos u otros trastornos de salud mental.
Medidas para combatir la somatización asociada al estrés
Las personas con trastornos de somatización, suelen ser difíciles de tratar debido a que en su mayoría le atribuye los síntomas a una enfermedad física. Esto hace que la persona se vea expuesta a tratamientos y exámenes diversos, para encontrar las causas que en realidad están en su cabeza (exponiéndose a un mayor nivel de estrés y preocupación, al no encontrar las causas de sus síntomas).
Por tal, es importante y mucho más recomendable, que el paciente logre reconocer que sus síntomas se deben a factores psicológicos y no físicos, para así darle paso a los tratamientos para la somatización.
Por otra parte, si tu padeces de somatización, es esencial que comprendas que los tratamientos de somatización no son iguales para todos. Sin embargo, existen muchos tratamientos de somatización muy buenos y efectivos.
Pero estos deben de estar a cargo de profesionales que comprendan el impacto emocional y físico que el estrés y la somatización, generan en ti. Es decir, que, en este equipo, debe de estar conformado por médicos especializados en trastornos somáticos y que puedan analizar y monitorear la sintomatología física. A su vez, necesitas de profesionales de la psicología que puedan llevar a cabo, tratamientos eficaces para combatir tu estrés y síntomas de somatización (algunos de estos tratamientos incluyen reestructuración cognitiva, estrategias para la gestión del estrés, regulación emocional y desarrollo de conductas saludables).
A lo largo de mi carrera me he especializado en esta área, y no solo como psicóloga, si no que también como formadora. De hecho, he atendido a un gran número de pacientes que han logrado despedirse de su malestar a causa del estrés. ¿Necesitas ayuda? ¡Escríbeme sin compromiso!
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