Hay un proverbio ruso que dice: “En una pelea, deja espacio para la reconciliación”. Sabias palabras que se pueden aplicar cuando se trata de rupturas en las relaciones románticas, pues, es innegable que es un duro proceso, que termina afectando a ambas partes.
Ahora bien, cuando se presentan esos roces o desacuerdos comunes en las relaciones de pareja, para algunos es un trampolín hacia la mejora de su relación y para otros es un trampolín directo a la ruptura. La pregunta está… ¿Cuándo vale la pena buscar una reconciliación con tu pareja? ¿Debo dar una segunda oportunidad a mi pareja?
Motivo
Pregúntate, ¿Qué te motiva a reconciliarte? ¿Es el miedo a que se acabe la relación o quedar sola? Para poder resolver los problemas y seguir adelante con la relación, la fuerza impulsora no debe de ser el miedo, sino más bien el amor y compromiso que ambos poseen.
¿Por qué estáis discutiendo?
Es común que en las relaciones de pareja o en cualquier relación haya peleas. No obstante, las peleas reiterativas sobre un mismo asunto o varios, que terminan “solucionándose” y luego cayendo en el mismo error, puede llevarlos a caer en un círculo vicioso de desgaste físico y emocional. Y esto, al final, no es lo que se debería de obtener de una relación romántica sana.
¿El resentimiento está presente?
El resentimiento nunca es un buen consejero, por eso, si estás disgustado o enfadado con tu pareja y planeas seguir aguantando solo para buscar la oportunidad de vengarte, ten por seguro que saldrán lastimados ambas partes. En estos casos, aunque la reconciliación no tiene cabida, el perdón, te ayudará a sanar las heridas y poder seguir adelante.
Sentimientos de culpa
Una relación de pareja está sustentada por muchos ingredientes, sin embargo, la lástima no debería de ser uno de ellos. Tener sentimientos de lástima y culpa pueden exponerlos a una dependencia o chantaje emocional, que no deberían de ser las bases de una reconciliación, con miras a mejorar.
Presión por factores externos
Muchas personas, aunque su relación está más que culminada, terminan forzando una unión por motivos externos. Algunos de estos suelen ser el deber de los padres por el bienestar de sus hijos, pero también, puede afectar algún interés económico que haya de por medio. Además, es común que muchas personas no terminen de cerrar sus relaciones porque les preocupa lo que dirán otros en caso de no reconciliarse.
¿Ambos quieren reconciliarse?
Para pelear se necesitan dos y para reconstruir también. Así que para que ocurra una reconciliación con éxito, deben asegurarse de que ambas partes realmente quieren hacerlo, pues es muy común que en ocasiones solo sea una de las partes quien lo desea y se forme una idea falsa de que su pareja también lo quiere.
Confundir amor con costumbre
Una cosa es amar profundamente y otra muy diferente, es estar acostumbrado a la presencia de esa persona. Tristemente, muchas parejas siguen juntas debido a que están acostumbrados a la presencia del otro. Gracias a esto sacrifican tiempo y oportunidades de estar en una relación que verdaderamente los llene y les dé placer y felicidad.
Si luego de pensar muy bien sobre tu relación de pareja, te das cuenta de que una de estas situaciones corresponde a tu realidad, no estás en el trampolín hacia la mejora de tu relación. Más bien te encuentras en vía a un ciclo de desgaste, donde la incomodidad, los problemas, enfados y decepciones, serán la orden del día.
Por eso te invito a reconsiderar tu situación y a ser sinceros consigo mismos, pues al final terminan haciéndose daño, ambos. Y siempre, es mucho mejor empezar a tratar las heridas cuando son recientes a cuando ya están infectadas. Pero si este no es tu caso, ¿Cómo reconciliarte con tu pareja?
¿Cómo reconciliarte con tu pareja?
- No pongas tu ojo crítico en la otra persona y examínate con honestidad e identifica de qué maneras contribuyes al conflicto, primero concéntrate en cómo puedes mejorar tu la relación y luego pasen a la parte de mejorar en equipo.
- Asuman cada uno su parte de responsabilidad en el conflicto. Este paso es elemental, pues solo puedes llegar a ser cambios en una conducta o actitud, cuando eres consciente de la misma.
- Escúchense y entiéndanse, la buena comunicación y empatía es indispensable en cualquier relación. De esta manera, no solo podrán conocerse uno al otro, sino que podrán entenderse y empatizar con las necesidades del otro.
- Reconozcan sus aspectos positivos. En vez de priorizar los aspectos negativos de tu pareja, busca reconocer sus cualidades y aspectos positivos que te hicieron y hacen amarlo.
- Desarrollen y plantéense metas individuales y de pareja. Así darán paso al crecimiento individual y como equipo. Sin contar que contarán con la posibilidad de crecer a pesar de la crisis.
- Hay una frase por ahí que dice que recordar es vivir. Y aunque es muy claro que no debemos de vivir del pasado, siempre es bueno tener presente las cosas buenas y esos momentos que vale la pena revivir y resguardar en el corazón. Por eso piensa un poco en ese pasado y aunque en el presente las cosas no puedan ser exactamente iguales, desechen lo que no funciona y trabajen en lo que quieran construir.
- Dejen atrás los resentimientos del pasado. El resentimiento solo genera estrés físico y emocional y no aportará nada a su reconciliación. Denle paso al perdón sincero y abran la puerta a una reconciliación exitosa.
Conclusión
Si aún amas a tu pareja, quieren crecer juntos y alcanzar el equilibrio y armonía en su relación, estás en todo tu derecho de hacerlo. Si es así, definitivamente vale la pena una reconciliación con tu pareja. En estos casos, también es de mucha ayuda afrontar este proceso de reconciliación de la mano de un terapeuta profesional. Por eso, te invito a contactarme para explicarte como los puedo ayudar a llegar a una reconciliación exitosa.
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